Los detalles lo dijeron todo. Anabel y Marco, la pareja del momento, está casada para la ley y ante Dios. Ambos se mostraron felices y muy nerviosos (no es para menos), pero la tensión pasó cuando se vieron frente a frente y quedaron como si no hubiese nadie más alrededor.
Asistieron a la ceremonia 120 personas entre familiares y sus mejores amigos, quienes quedaron alucinados con cada delicado detalle preparado para la noche especial de la pareja.
"Todo fue romántico, como son ellos", dijo alguno de sus amigos. Llamó mucho la atención el auto en que se transportaron, un Ford de 1930, y donde apenas entraron los dos y el vestido, también los globos blancos con helio que volaron hasta el cielo después de la celebración civil; en definitiva esta pareja se lució con un festejo sencillo pero muy tierno.
Ocho tipos de bocaditos exquisitos que incluyeron mariscos, chorizos, berenjenas y bebidas que tenían amarula, ron y algunos detalles como sombrillas y algodones de azúcar, deleitaron a los invitados que se repartieron en el jardín del hotel Cortez.
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