La belleza y simpatía no pudieron faltar. Con una sonrisa inigualable, un rostro de muñeca y un cuerpo escultural, esta bella cruceña agradeció a la comparsa por haberla elegido como su soberana y, como era de esperarse, prometió derrochar mucha alegría para el corso y los tres días de carnaval. Los comparseros compartieron un rico churrasco y gaseosas junto a su reina, quien no dejó de irradiar alegría y bailaron al ritmo de taquiraris y música tradicional durante toda la noche.
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